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Historia – Cámara estenopeica

Hace ya mucho que no añado nada en el blog y va siendo hora de continuar con los proyectos pendientes. No es que no haya de lo que escribir, sino que es difícil encontrar el momento adecuado.

En esta entrada vamos a hablar de la Cámara Estenopeica, ya que es la evolución del Cuarto o la Camara Oscura de la que ya hemos hablado y que marcaban el inicio de lo que conocemos como fotografía.

Si hablábamos anteriormente de la cámara oscura, como un habitáculo totalmente oscuro al que se le permitía la entrada de luz por un orificio pequeño, y que la luz que entraba incidiera en el lado opuesto mostrando una imágen invertida de lo que tendríamos fuera del habitáculo y delante del orificio, pues el concepto sigue siendo el mismo pero a una escala menor y con capacidad para transportarla. La Cámara Estenopéica no deja de ser una cámara oscura en tamaño reducido, es lo mas equivalente a una cámara moderna sin objetivo.

Uno de los inconvenientes de la cámara oscura era la dificultad para realizar diferentes imágenes, la primera por la dificultad de movilidad, y la segunda porque en principio se usaba para copiar. Fué el descubrimiento de materiales fotosensibles que reaccionaban a la luz lo que hizo que la imágen proyectada en el fondo de la cámara oscura pudiese ser captada, este descubrimiento permitió obtener el primer soporte fotográfico, y el hecho de poder reducir su tamaño sumado al deseo de poder captar diferentes imágenes y no siempre la misma, fueron los que dieron como resultado la aparición de la cámara estenopeica o su concepto en sí, y sus posibilidades de transporte.

Básicamente disponemos de una caja opaca, a la que la hacemos un orificio minúsculo en uno de sus lados, y en el lado opuesto pondremos un soporte fotográfico sensible a la luz que nos permita captar la imagen. Esta podría decirse que es la base de la fotografía, y desde donde partimos hasta obtener las cámaras modernas. Actualmente podemos fabricar una cámara estenopeica con nuestras réflex digitales, quitando el objetivo frontal, poniendo en su lugar la tapa del cuerpo de cámara y haciendo un orificio centrado en la misma con un alfiler o aguja, tratando de obtener un orificio muy pequeño y lo mas homogéneo posible. Básicamente sería así, aunque podría perfeccionarse, también se puede hacer con cualquier caja si disponemos de papel fotosensible, incluso hay quien lo hace son simples latas de refrescos u otros elementos.

La fotografía estenopeica en el pasado no tubo mucho seguimiento ya que la finalidad de la fotografía era alcanzar la mayor calidad de imagen e intentar reproducir con mayor detalle y exactitud la realidad. En los últimos años se ha ido considerando como una corriente artística y muchos fotógrafos tanto profesionales como aficionados han revivido este estilo de fotografía en la búsqueda de nuevas apariencias estéticas. También es una forma amena y divertida de introducir tanto a pequeños como a adultos en el mundo de la fotografía, siendo una práctica básica de iniciación a la misma, que no deja de ser divertida y amena, así como sorprendente por los resultados obtenidos.

En estas cámaras no hay nada automatizado, la cámara no hace la foto al apretar un botón, simplemente tenemos que destapar el orificio para dejar la luz, y volverlo a tapar, es por esto que debemos saber cuanto tiempo debe estar abierto el orificio, y a continuación explicaré como saberlo.

Conoceremos la sensibilidad del soporte fotográfico (película o negativo) por el dato del fabricante. Conocemos la distancia focal porque es la distancia entre el orificio y donde pondremos el soporte fotográfico (profundidad de la caja, lata, etc… ya que pondremos el negativo pegado en la pared contraria). Conociendo el diámetro del orificio (diámetro del alfiler..), y dividiendo la distancia focal entre dicho diámetro, obtendremos la luminosidad o número F (luminosidad relativa a la apertura de diafragma). Sabiendo la sensibilidad o ISO y el número F solo nos falta establecer la velocidad de obturación, o tiempo de exposición, y podremos establecerlo apoyándonos en el uso de un fotómetro (para medir la cantidad de luz de la escena), o si no tenemos un fotómetro, calculamos la exposición con una cámara convencional, y mediante la ley de reciprocidad, obtendremos el valor correcto (en próximas entradas del blog hablaré de esta ley, mientras tanto… googlear… ).

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